viernes, 7 de noviembre de 2014

Si yo tuviera un diario...


...estaría mal de la cabeza o necesitaría un cambio de sexo. Obviando esto último, hoy tenía cita a las doce con mi psicóloga peruana con la que pude hablar largo y tendido unos minutos, concretamente hasta que fuí capaz de articular palabra y al terminar mi exposición respondió a una contundente afirmación mía, "que sí". La cuestión era que yo sostengo que en la dictadura queríamos libertad y ahora que técnicamente la tenemos elegimos parecernos o ser como los demás. ¡En todo!. Esto es tan absurdo como ridículo e inquietante. ¡Pero por todos los santos de la iglesia de los últimos días! es pueril. En la diferencia está nuestra riqueza. Yo reivindico al "individuo" frente a la "masa" que nos idiotiza, diluye y uniformiza. Me dió la razón, creo que es la tercera mujer que lo hace en un cara a cara. Pero no solo eso, además añadió que la mayor parte de sus pacientes son como yo, es decir, personas "raras" -esto de ser raro es cosa mía pero utilizó mi propia definición-, que no quieren ser lo que otros quieren que seamos. "Aquí vienen los que piensan", dijo.

Por lo demás estoy ferpectamente bien cognitivamente hablando. Tengo casi intactas todas mis capacidades y facultades mentales salvo la memoria. Puedo pensar, articular ideas, exponerlas y expresarlas, comprender lo que leo y/o se me dice, etc. Aprobé con nota pero todo eso ya lo sabía, sin embargo mis respuestas a aquellos text han revelado cuestiones sobre mi depresión que -según su opinión-, hay que estudiar. No me va a decir nada que yo no sepa, pero tampoco le iba a quitar la ilusión y volví a completar un nuevo formulario de ciento cincuenta preguntas o mas a las que solo podías decir "verdadero" o "falso". Pero la vida es mucho mas compleja que eso. No sé que se puede deducir con todo ello teniendo en cuenta que son text que se utilizan tanto para alcohólicos, drogadictos, bulímicos y gentes de mal vivir como para otros que simplemente tendemos a la tristeza. En fin, el veinte del corriente volvemos a vernos las caras y ya me contará su interpretación.

Cronológicamente la mañana transcurrió tal que así:
11:00. Viene a buscarme una ambulancia.
11:17. Llegamos al hospital.
11:46. Entro a consulta.
12:20. Salgo de la consulta ya con la nueva cita. Me cruzo con una señora en silla de ruedas eléctrica.
12:23. Pido la ambulancia para retornar a casa.
12:25. Un conductor entra preguntando por mí.
12:44. Llego a casa. Una vez mas mi gratitud a todo el servicio sanitario de la Comunidad de Madrid.

Bebo agua, me lavo las manos, saco a la ventana a Norah y a Sancho, como un polvorón me pongo el pijama y enciendo el ordenador. 

Esta vez el papel de médico me tocaba mí, hasta hace nada he estado tratando de arreglar una cosa que se había colado en las entrañas de mi portátil. Ya funciona.

Puede, es posible tal vez, cabe la probabilidad de que alguien, quizá varios de ustedes recuerden esta foto. Están en lo cierto, ya salió publicada hará al menos cuatro años pero como en general quienes comentáis sois mucho mas jóvenes, para vosotros será una novedad. Hay que joderse como pasa el tiempo. Por aquel entonces era un chico sano o cuando menos aun no se me había presentado la enfermedad. Si yo tuviera un diario...¡Demonios pero si lo escribo todo en el blog!

13 comentarios:

  1. Mágica, misterios. Me da la sensación de que todos los personajes están absolutamente callados y un silencio imposible se derrama sobre las conciencias.

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  2. Que tus facultades mentales están intactas es evidente, ahora bien, un poco raro sí eres, porque esta foto con el corazón partido entre el sepia y el color tiene su miga. La ciclista no lo sabe pero está a punto de traspasar un portal temporal, rodando tan cerca de ese filo que separa el pasado del futuro sin caerse ni hacia un lado ni hacia otro, pues más o menos en eso consiste mantener el equilibrio, creo recordar.
    Un poco raro, si que eres, pero bien mirado, quien no.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Un día muy movidito y es cuando acudes a consulta se te va toda una mañana

    Me gusta esta escena callejera con afluencia de gentes que caminan ensimismadas en sus preocupaciones.

    Besos

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    1. pero si pongo las horas precisamente para hacer resaltar lo rápido y bien que funcionó todo.

      besos

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  4. una toma muy interesante y bonita. me gustan la parte en sepia así que la parte en color, un hallazgo muy buena.
    un abrazo

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  5. Si señor, recuerdo la foto. Y no digas que no tienes diario... y además público. Conocemos tus andanzas perfectamente. Espero que lo que nos cuentas vaya siendo a mejor, porque te noto mejor y me alegro.

    Un abrazo.

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  6. Una buena foto mitad y mitad que no había visto antes, pues yo hace unos años tenía un blog que no era de fotografía.
    Escribes y razonas muy bien tus entradas y no parece que te falle la memoria, en mi caso últimamente hay nombres que me cuesta recordar, dicen por ahí que es por tener la memoria llena, igual tienen razón.
    Un abrazo.

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  7. Que te falla la memoria no es nada a mi también me falla y a muchos más.
    Sin duda estás bien, de lo contrario no podrías llegar a escribir como escribes.
    Animo amigo con un abrazo.

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  8. Tranquilo Ripley, lo de la memoria no es cosa tuya es un problema nacional pues, por lo general los españoles no es que tengamos mala memoria, es carecemos totalmente de ella. En cuanto a reivindicar la diferencia y la singularidad personal estoy contigo; no hay cosa peor que una sociedad uniformada y manipulada por el pensamiento único, cuando oigo lo de "políticamente correcto" créeme que me echo a temblar.
    Hablando de la foto, yo soy de los que no la conocía y, como a casi todos los que me preceden me ha llamado la atención esa dualidad de estilos, lado sepia - lado color.
    ¡Ah! yo también conozco a una psicóloga peruana; me casé con ella.
    Un abrazo,

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  9. Me encanta el tono del post, la fotografía, que y no recuerdo, y el comentario de Xuan Rata...

    En las Matemáticas de 2º de BUP había un tema literalmente horrible que también se llamaba de una manera horrible: los límites. En los límites pasaban cosas extrañas; x a veces tendía a cero y a veces a infinito... Un día mi compañero de pupitre, que era muy genial y seguramente a estas alturas habrá rellenado alguno de esos formularios de 150 preguntas que cuentas, dijo que se negaba a que x tendiera a cero porque no quería que cero se secase... No tiendas a la tristeza, Ripley ;)

    Un abrazo grande

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  10. (Donde dice "que y no recuerdo" debería decir que yo no recuerdo... Tú tiendes a la tristeza, pero yo al canibalismo, me he comido la mitad de yo :D )

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  11. Me alegro mucho de que tu visita a la psicóloga haya estado tan bien organizada, eso dice mucho de los servicios sanitarios de Madrid.
    A veces vemos las cosas en colores y otras en un triste gris o un antiguo sepia, como tu foto, que no había visto antes, pero forma parte de la vida misma. Me gusta esta foto bicoloreada.
    Besitos.

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