sábado, 1 de marzo de 2014

Fauna Ibérica


- Hola ¿sois españoles?, preguntó Ripley.
-  Diez ojos fijaron su mirada en mí y cinco "síes" asintieron al unísono". Mayoría absoluta, así que tomé el control.
- ¿Y os importa si hago unas fotos? Solo a los tumbados, -mentí-, es que estoy practicando y es una circunstancia curiosa y rara.
- "Adelante todas las que quieras dijo el del suelo.
- ¡Estupendo!
- Mientras no me entre la risa...
- Si te entra da igual y si tienes que hablar, habla, solo son unos segundos, no tenéis que posar. Un par de disparos y me marcho. Vosotros a lo vuestro que lo importante es lo casual.

No llevaba el objetivo adecuado porque mi destino era otro, pero se levantó mucho viento y reaccioné con una prontitud, presteza y diligencia impropias de mi edad, no fue un acto reflejo sino fruto de una breve pero adecuada reflexión intelectual, vamos para que me entiendan, que se me podía volar el sombrero en cualquier momento, y sobre la marcha  entré en el palacio de Cibeles que se ha convertido en uno de mis lugares favoritos cuando salgo a hacer fotos.

Ya con los muchachos y su permiso puso el fotógrafo manos a la obra y fotografíó al grupo entero, que como tal grupo estaban socializando pero no entre ellos, que ni siquiera se rozaban, sino con otros semejantes a través del ciberespacio.

- ¡Listo pues esto ya está!. Gracias chicos y hasta luego, venga.
Cinco despedidas sonaron casi como un coro de primaria el primer día de ensayos, "chao", "bye", "dos "hasta luego" y un "adiós". Mientras me dirigía a la salida pensé en la escena que acababa de presenciar. ¿Hay algo mas estúpido?. Pues resulta que sí, ahora puedes sincronizarte con los electrodomésticos de casa, incluso hablar con la nevera y que te haga un rápido inventario.

- ¿Has visto el capítulo de hoy? me dice de pronto el televisor, que se encendió al notar mi presencia, sabía por el GPS de la réflex que no estabas, conecté  mi cámara y corroboró que el sofá estaba vacío, no importa te lo he grabado. ¿Quieres verlo ahora?. El teléfono ha sonado dos veces pero no desvié las llamadas, eran números ocultos. Has estado fuera dos horas y treinta y siete minutos. Al Poto le hace falta agua.

Me viene a la mente el Padre Mundina platicando a sus geranios. Y aunque esto sea un secreto, yo mismo hablo con mi ordenador y él conmigo; le he puesto la voz femenina mas suave que he encontrado. 

Que pena pensé. ¿Que ha pasado con aquellas pandillas de amigos que primero jugábamos al fútbol o montábamos en bici y luego ya mas crecidos, salíamos a tontear con el sexo contrario y probábamos entre escombros y ruinas, -en ese lugar al que nuestras madres nos tenían prohibido ir bajo ningún pretexto-, el sabor de los primeros besos?. 

Y quien dice besos, dice una mano por aquí, otra bajo la blusa tocando carne...y una tercera que no puede ser tuya, acariciando tu entrepierna.

¡Señor que tiempos!

8 comentarios:

  1. Por error humano al actualizar la entrada se han borrado los dos comentarios que tenía. Os pido disculpas. Mari-Pir y Juan Carlos, el de Béjar.

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  2. Nada de conversaciones entre ellos....cada uno a su bola!, las únicas que se ven en animada conversación son las dos personas mayores que se encuentran en el fondo derecho de la imagen.

    Besos

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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    1. Así es querida Ventana, el silencio era brutal. Quedas con los amigos para luego evadirte del mundo real sabe Dios en que cosas. Como dice la canción cada loco con su tema.

      besos

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  3. Por un lado me da pena que las cosas de nuestro inmediato pasado se pierdan; por otra, creo que ahora es más fácil estar conectado con los demás y sólo es una cuestión de elegir entre darle la mano a quien tienes al lado o chatear con alguien en Arguentina.

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  4. Ya había visto esta entrada antes y había dejado un comentario. Como no sé cuál de las dos es válida, te lo repito:

    Una instantánea muy bien captada y con una clara intencionalidad y mensaje hasta el punto de que el texto que la acompaña resulta un buen complemento entretenido por lo anecdótico pero no es relevante a la hora de interpretar la fotografía. Has fotografiado lo que yo hace ya tiempo vengo definiendo como "síndrome de autismo tecnológico". Un abrazo,

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  5. Qué tiempos aquellos y qué tiempos estos. Los tiempos, no se por qué, siempre van precedidos de un qué exclamativo. Y qué fauna también (muy bueno el título). Safari sociológico podría llamarse esto. Pero cuidado, la chica que estaba más cerca de tí no estaba mirando el móvil: aun quedan soñadoras (y supongo que soñadores también). No todo está perdido.

    Un abrazo.

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  6. Muy buena esta foto que expone una realidad actual y cotidiana. ¡Ay, los jóvenes! ellos se comunican a través de la tecnología, pero no se dirigen la palabra, una extraña manera de comunicarse, pero que es válida también.
    Un beso.

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  7. Estando con unos amigos vi a dos chicas y un chico que llegan al lugar, se sientan, sacan los móviles, se guasapean como locos, se toman la consumición y se van. ¡Entraron juntos y se fueron juntos sin decir ni mu! No lo entiendo, estoy viejo.

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