sábado, 12 de abril de 2014

Crónica de un viaje anunciado.


Les escribe un convaleciente Ripley, no tengo fuerzas ni para estornudar. Ahora necesitaré cuatro o cinco días para recuperarme.

Resulta que el Jueves por la mañana tenía cita con los neurólogos nuevos que me van a tratar a partir de ahora en el Hospital de la Paz en la Unidad de Enfermedades Raras. Tres médicos para mí solo. Un señor mayor, otro también ya con su edad y aquí viene lo importante; una doctora joven que aunque uno es de letras pudo apreciar que así a vuela pluma no pasaba de los treinta y uno con siete meses y ocho días. Un suponer.

Les conté todo desde que me diagnosticaron la enfermedad, el mayor preguntaba y escribía juraría que en alguna lengua fallecida sin duda hace milenios e imposible de entender para un mortal común como es mi caso, el segundo en el escalafón aguardaba ahora en silencio, ahora interviniendo en el interrogatorio.

La fortuna quiso que fuese la doctora quien me examinara físicamente. Un examen concienzudo y metódico que ya me se de memoria.

Yo iba preparado, llevaba todas las pruebas e informes que me ha venido haciendo mi doctora de los hipnotizantes ojos azules. Por cierto, el veinte de Junio tengo cita con ella que no servirá mas que como despedida, le daré dos besos, -a la enfermera también-, y le pediré permiso para una foto.

No he perdido mas materia gris y eso es bueno. En ningún momento me levanté por voluntad propia de Norman, ya lo conocen es mi andador, hasta que la neuróloga preguntó si podría mantenerme en pie por mi mismo sin ayudas a lo que respondí con un lacónico, conciso y contundente "no", circunstancia que la especialista quiso comprobar in situ. Me levanté no sin dificultad pues ya llevaba tiempo sentado y cuando he de incorporarme me cuesta, tal y como era previsible ipsofactamente perdí el equilibrio pero ella, situada a mi espalda me sujetaba cada vez que me iba casi siempre hacia atrás, y aunque esto es lo mas frecuente no excluye que me vierta por los lados. No existía peligro, tengo los brazos largos y había paredes. Le empezaba a coger el gusto a aquellas maniobras cuando sacándome del trance, oí que decía:

- Siéntese en la camilla, yo le ayudo. Me quitó los lustrosos y cómodos zapatos de fabricación y marca nacional y los calcetines ya que para mi era un imposible. Pasé bien las pruebas aunque he perdido fuerza en los brazos, y esto es algo novedoso. En un momento dado cogió un puntiagudo clip gris y entonces la guapa neuróloga de aspecto inocente y manos frías se dedicó a pincharme y pasearlo por mis extremidades. Reaccioné según lo previsto, lo notaba perfectamente bien aunque tengo una forma leve de parquinsonismo que en principio y según quise entender, irá remitiendo con el tiempo aunque escribo y firmo como el culo de mal, y como tengo agujeros en la memoria se me olvidó mencionar que tengo agujeros en la memoria y platicarles sobre mis cada vez mas notorias dificultades con el habla, en el mientras tanto la doctora llegó a las piernas y a la planta de los pies. Ahí nada de nada, luego utilizó un aparato que produce vibraciones, y tenía que avisarla cuando dejara de notar la vibración. El tiempo de respuesta fue mas breve que la última vez, es decir menor sensibilidad.

En los miembros superiores bien incluso en las manos por la parte del puño que en rigor es donde se mide, pero en los inferiores no llegaba a notar nada, ni en los pies que para mi espanto y por primera vez en mi vida presentaban un aspecto bicolor. No le dio importancia y luego al llegar a casa pude comprobar que estaban bien. 

Quiero destacar el interés que desperté entre los médicos que trataban de relacionar síntomas con otras posibilidades, según les contaba acerca de mis limitaciones para las AVD, o en román paladino y para que me entiendan ustedes, "las Actividades de la Vida Diaria", ¿mejor así?. Sin pedirlo me van a mirar lo del insomnio y las migrañas. Es posible que me quiten otro fármaco.

Y también quiero que se sepa porque es de justicia, que no tuve que hacer nada, ni recorrer pasillos, ni esperar colas para pedir cita, de eso se ocuparon dos voluntarias del hospital. El médico les dijo lo que tenían que hacer y ellas una vez todos fuera de la consulta me dijeron:

- Espere aquí, vamos a pedirle cita con este con este y con el otro. Es decir me han tratado exageradamente bien.

¿Que toca ahora? Pues pruebas y mas pruebas, incluso me van a ver allí mismo en Salud Mental cosa que agradezco una barbaridad, porque mi psiquiatra ha conseguido un hito en la historia de la moderna medicina mundial. Hacerme dormir media hora menos de lo habitual con mayor medicación.

Cuando me hagan todo lo que de momento han de hacerme, lo mandarán a analizar al Carlos III y de allí con los resultados, viaje de vuelta al punto de partida.

La conclusión es que efectivamente en muy poco tiempo la enfermedad ha causado mucho mal. Nada que ya no supiera ni me sorprendiera.

Por cierto la ambulancia de la foto es del Sescam de Castilla La Mancha y no era la única de esa Comunidad, vi una incluso de mas lejos, en concreto: de La Rioja.

8 comentarios:

  1. Mucho animo! buenos doctores te rodean y gente estupenda espera tu regreso.
    Un abrazo fuerte.

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  2. Por lo que veo, no pierdes ninguna ocasión para hacer fotos!! Eres admirable y te admiro!!!!!! Sabes ponerle un toque de humor a todo.
    Espero que tus cosas mejoren de a poco.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Bueno me parece que estas bien asistido, no siempre funciona mal la sanidad en este país..... ya tenia yo mis dudas, pero reconozco que por lo menos en mi caso, no me puedo quejar de ser bien atendido... me alegro de ello.

    Que te puedo decir.......... pues que muchos ánimos, y que te lo tomes con tranquilidad, no se puede hacer otra cosa, por lo pronto estas en buenas manos, que ya es mucho, y a ver que tal. Eres muy valiente Rip, es de admirar.

    Un abrazo y que tengas una genial semana.

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  4. Mucho ánimo y que te repongas muy pronto. Ya veo que ninguna enfermedad evitará que hagas fotos. Un fuerte abrazo.

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  5. Tranquiliza saber que estas con un buen equipo médico, mucho ánimo amigo Ripley, ya sabes que admiro tu entereza y más aún que sigas haciendo fotos y todo.
    Un beso enorme.

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  6. Equipo médico de primera para el tratamiento de una persona con un par de eggs también de primera. Sólo espero que puedan dar con algún fármaco que o pare el progreso de la enfermedad o, con suerte, la revierta. Ánimo Ripley.
    Salu2

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  7. Muchas gracias a todos queridos amigos. Estoy sereno, con calma, tranquilidad y una rara sensación de sosiego, debe ser por la canción que suena de fondo. El sentido del humor no lo perderé nunca, me moriré como mi padrino y tío Fernando, contando chistes a los médicos
    Sus últimas palabras fueron "vosotros vais a vivir la democracia". Fue él quien me regaló mi primera bicicleta, una BH verde y blanca, le recuerdo fumando Káiser y tomando cacahuetes y vino conmigo sentado en su regazo. Era abogado y escritor. No tuvo hijos, pero para eso ya estaba yo. Tenía un extraordinario equipo de música para la época y también fue el primero en contar con una televisión en color. Comprada en Suiza.

    ¡Ah! y tampoco está en mis planes dejar de hacer fotos. Hay días que por la razón que sea no puedo casi andar pero también los hay mejores. He decidido despreocuparme de casi todo y eso me ha quitado muchas presiones. Tengo que hacer una vida tranquila, pensar en mí, olvidarme y obviar a quienes me hacen daño y toca sobra todo buscar el equilibrio y la paz.

    Como diría Joaquín Luqui: "besos para ellas y abrazos para ellos". Una vez me crucé con él cerca de Tribunal.

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  8. Ripley, la serenidad es lo más importante que tenemos en la vida. Sin ella, todo se desmorona. Con ella, todo vuelve a brillar con especial luz de amanecer.
    Te regalo una canción. A ver si te gusta:

    https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=lT3y2aNlwac#t=165

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