.jpg)
Ahora que lo pienso, Ripley con todo su vértigo siempre ha vivido en el piso mas alto posible, salvo ahora que lo hago en un bajo.
Aunque en este caso estaba muy bien ya que por el otro lado del edificio, había una terraza enorme, la que daba a la cocina, con un mueble de madera de la buena igualmente enorme lleno de libros vetustos, cosidos a mano y mas allá de eso unas vistas alucinantes de los tejados que solo tiene Madrid.
- ¿Donde está Adolfito? se preguntaba en la casa cuando me echaban en falta.
- Mira en la terraza, seguro que anda por allí.
Y efectivamente allí estaba llenando los sentidos y garabateando en un cuaderno.
Me acuerdo con toda nitidez. Las fotos están hechas desde mi primer parque.
Nada mas entrar en él saliendo del portal de casa y cruzando la calle mirando a la derecha se veía lo que muestra la primera foto, que estaba entonces exactamente igual que hoy, la segunda instantánea es lo que te encuentras si miras en dirección contraria. También está como cuando era niño. Al frente una fuente y a los costados bancos de piedra.
Esto es un auténtico ejercicio de melancolía... o simplemente de recuerdos
ResponderEliminarSalu2
Hay momentos en los que todos volvemos al recuerdo de nuestros orígenes y, pese a lo que muchos sostienen, yo pienso que la nostalgia es buena siempre y cuando no te nuble la vista y te impida ver el presente y el horizonte. Eso sí, puedes estar seguro que ese parque ya no es el mismo; todo cambia, nada permanece. Un abrazo,
ResponderEliminarEl parque está desde que entras a él saliendo de mi portal hasta que lo cruzas y vas a dar con la Plaza de Manuel Becerra, donde está la iglesia en que fuí bautizado, exactamente igual, piedra por piedra. Tan solo han puesto pero ya al final unos columpios para niños y aquí sí, los bancos son de madera y al otro lado un espacio para perros. Hasta los surcos por donde discurre el agua al regar el verde es el mismo. En otro nivel, ¿que me dices por ejemplo de las pirámides o la muralla china y la de Ávila o los toros de Guisando?
Eliminarun abrazo
Pues lo bueno es encontrar la autenticidad del lugar, yo cuando voy a mi pueblo no encuentro muchas veces mi pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Volver de nuevo al lugar donde transcurrió gran parte de nuestra niñez nos llena de nostalgia. Sin embargo ya no somos lo que éramos antes y ya una planta tan alta no sería muy conveniente, aunque disponga de ascensor. Mi cuñada cierto día fue de visita a casa de una tia suya y coincidió que el ascensor lo estaban reparando por lo que tuvo que subir por la escalera hasta un 6º piso.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Qué bueno que es volver a los lugares que fueron parte de nuestra historia, de los buenos recuerdos, claro.Entonces es una dulce nostalgia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz fin de semana!
Esos recuerdos bonitos son todo lo que nos queda del pasado, es bueno tenerlos presentes, con un pelín de nostalgia y todo. Me encanta que compartas con nosotros tus recuerdos!
ResponderEliminarUn beso.